viernes, 13 de junio de 2014

Criterios de Evaluación




La evaluación es una tarea difícil y la más expuesta del trabajo docente; esto lo experimentamos, sobre todo, cuando llega la fecha de entrega de notas; todo se junta, pilas y pilas de exámenes amenazando los momentos libres del fin de semana.
¿Cómo mantener una calidad con tanto trabajo y poco tiempo, cómo facilitar el aprendizaje retroalimentario?


Me dedico a la filosofía, en especial a la filosofía práctica. Elaborar exámenes siempre me resultó dificultoso. Sabemos que no hay una forma determinada de respuesta a los temas, que hay modos múltiples de responder a un mismo interrogante. Por lo tanto, generar un referente es tarea ardua.

Al elaborar este post recordé algo curioso de algunos profesores que tuve antaño. En las materias en que algún compañero era muy bueno, no me presentaba en la misma mesa de final. Y en las materias en que yo manejaba muy bien el tema, mis compañeros no se presentaban a la misma mesa. El profesor evaluaba comparando el rendimiento de los estudiantes. ¡Qué bronca me daba! Quizás la causa la podamos vislumbrar un poco por este mundo exitista, estimulador continuo de la competencia voraz que lo único que hace es generar violencia. Considero que el aprendizaje debería desarrollarse comparando las diferentes instancias a lo largo de la cursada del mismo estudiante, y no por comparación con el otro. Observo que esta forma de calificar está vigente.

Analizar los criterios de evaluación, esta tarea de cristalizar de modo evidente aquello que a veces uno realiza de modo mecánico, es una tarea que ha sido un poco ardua para mí. ¿Qué criterios tomo en cuenta? Ante todo, tengo en cuenta el curso, la materia, el estudiante. Tomo como criterio principal saber aplicar el tema a un caso, es decir, dar ejemplos de la vida cotidiana del marco teórico expuesto. Si el estudiante no puede darlos es que no entendió, ya sea a causa del poco compromiso del estudiante, por deficiencia de mi modo de exponer el tema o ambas. Esto es el referente más adecuado que yo he encontrado, no significa que sea el único. Luego, en segundo lugar, considero la claridad de exposición (escrita u oral) y por último, el manejo de las fuentes. No uso un modelo de respuesta, no realizo comparaciones. Trato de seguir el aprendizaje de cada uno, en la medida posible, sólo comparando con las evaluaciones anteriores del mismo estudiante. Por ello, el tema no es lo principal, sino la capacidad desarrollada de manejo de la información y aplicación de ella a un caso.

Estos criterios no fueron siempre los mismos a lo largo de mi carrera docente, fueron cambiando, sobre todo, últimamente. Percibo un cambio muy notable en la nueva generación de estudiantes. Estos nuevos tiempos exigen nuevas metodologías, pero para ello, debemos diagnosticar qué está pasando; sin un buen diagnóstico, no puede haber una adecuada evaluación. Pero a su vez, el diagnóstico: ¿no es una evaluación?




Saludos

3 comentarios:

  1. Hola Maximiliano, cuando leí lo que escribiste de las desagradables comparaciones que hacían alguno de tus docentes se me vino a la mente un recuerdo de una maestra mía de cuarto y séptimo grado de matemática que fomentaba la compentencia voraz en el aula. Te daba unos ejercicios para resolver y si llegabas primero y estaba bien tenías un diez y todos los más retrasados nunca teníamos un diez a pesar de estar bien.... era tortuoso y la odiaba!!!!
    Bueno, respecto a tus criterios me parecen muy acertados sobre todo teniendo presente la asignatura de la cual sos docente. Yo coincido en que no siempre hay reglas establecidas, esquemas comparativos o una receta única para poder corregir un examen. Es muy positivo que consideres cada alumno en particular y puedas seguir su desempeño aunque a veces una pequeña mirada general ayuda.

    Saludos
    Victoria

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  2. Maximiliano:
    Te agradezco tu comentario en mi Blog.
    La verdad me resulto muy iluminadora esta idea que planteas de la competencia y violencia que uno genera cuando se para desde marcos comparativos...Así como vos decis, creo que esto es parte del mundo en el que vivimos en la actualidad y muchas veces no notamos (por lo menos en mi caso) en el modo en que contribuimos a ello...
    Me dejo pensando mucho esto que manifestaste y creo que es algo en lo que muchas veces caigo, pensando que eso es "justo" cuando en realidad es de lo más injusto...
    Justo ahora tengo que corregir parciales, por lo que tomare otra vía evitando caer en este error.
    Excelente posteo!
    Cariños

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  3. Coincido con la pregunta que planteás al comienzo de tu comentario. ¡Qué difícil resulta aplicar todo lo que estamos viendo cuando llega el fin de un cuatrimestre y se reproducen extrañamente las hojas sobre nuestro escritorio pese a que no hacemos mucho más que corregir!
    En cuanto a las comparaciones comparto lo que decís, no tiene sentido comparar al estudiante con otro estudiante sino con sus propios trabajos, poder ver su camino, lo que ha ido construyendo, en la medida de lo posible obviamente en función de la cantidad de alumnos que todos tenemos (muchos más de lo deseable y lógico para poder realizar estos seguimientos).
    Estos nuevos tiempos exigen nuevas metodologías para todo, no solo para evaluar sino para enseñar, supongo que la búsqueda de esas nuevas formas es lo que nos ha reunido en este curso.

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